Valle del Almanzora

Albanchez

Un oasis de tranquilidad en Almería que desafía la despoblación
Este pueblo almeriense apuesta por su patrimonio histórico y su comunidad británica para forjar un futuro prometedor
Albanchez, una joya escondida en el interior de la provincia de Almería, es un rincón de tradición, belleza y calidez que se yergue en las estribaciones de la Sierra de los Filabres. A lo largo de los años, este pintoresco pueblo ha mantenido viva su rica herencia cultural y su vínculo con la naturaleza, convirtiéndose en un destino que merece ser descubierto.
Las calles de Albanchez son aquellas que representan a un pueblo tranquilo. Es uno de esos pueblos en los que, cuando un visitante lleva un rato observando la belleza natural que lo rodea, sabe que regresará. Como en gran parte del territorio del país, la despoblación es un tema que está a la orden del día. No obstante, en Albanchez se han puesto manos a la obra para que este acogedor municipio encare el futuro con un moderado optimismo.
Una de las principales fortalezas de la localidad es la puesta en valor de su rica herencia histórica, con su acueducto como emblema. Este antiguo monumento es testimonio de la grandeza de la cultura romana que dejó su huella en la región. Además, este pueblo se beneficia de empresas sólidas y prósperas, como Grupo Puma y Almendras Utrera, que ofrecen empleo y estabilidad económica a la comunidad. Estas empresas locales han demostrado ser fundamentales para el sustento del pueblo, permitiendo que sus habitantes "vivan y resistir" en tiempos de incertidumbre.
Una Comunidad Británica en Casa
Un hecho peculiar y alentador es la presencia de una considerable colonia británica en Albanchez. A pesar de estar a miles de kilómetros de su isla natal, estos residentes han encontrado en este rincón andaluz un lugar acogedor para vivir. Su contribución a la comunidad es incalculable, ya que representan una parte significativa de la población local. Esta mezcla de culturas aporta diversidad y un sentido de comunidad que fortalece la identidad de Albanchez.
Uno de los aspectos más destacados del municipio es su entorno natural. Rodeado de montañas y valles, es un destino ideal para los amantes del senderismo y la naturaleza. Los visitantes pueden explorar rutas de senderismo, como el Sendero de los Filabres, que ofrece vistas impresionantes de la región. El embalse de Benínar, situado cerca del pueblo, es un lugar perfecto para la pesca y actividades acuáticas.
Albanchez, a pesar de los desafíos de la despoblación, se destaca como un pueblo que se niega a ser olvidado. Su patrimonio histórico, empresas locales prósperas y comunidad británica son sus pilares. Mientras miran hacia el futuro con optimismo, Albanchez trabaja incansablemente para garantizar que su belleza natural y su encanto perduren y sigan atrayendo a aquellos que buscan un retiro tranquilo en medio de la agitación del mundo moderno.
Albox

El encanto natural y paisajístico de Albox
El Santuario del Saliente es uno de los puntos más destacados del municipio
En el rincón sureste de la provincia, entre colinas y campos de olivos y almendros, se encuentra Albox, un llamativo pueblo que ha desempeñado un papel fundamental en la historia y la cultura de la región. Con su arquitectura tradicional, y una gran vida comercial, Albox ofrece a los turistas una experiencia única y digna de visitar.
Albox es un tesoro histórico que se remonta a la época romana, cuando era un importante asentamiento. Las huellas de esta historia aún son visibles en el casco antiguo, donde calles empedradas y edificios con siglos de antigüedad evocan un pasado glorioso. Uno de los lugares más destacados es la Iglesia de Santa María, un impresionante ejemplo de arquitectura gótica que data del siglo XVI.
Monolito a los Arrieros: Un Homenaje al Pasado
En este municipio, la historia de los arrieros se mantiene viva. El pueblo cuenta con un monolito dedicado a estos valientes transportistas que, durante siglos, desempeñaron un papel crucial en la economía local. Su habilidad para transportar mercancías por terrenos difíciles dejó una huella imborrable en la identidad de Albox.
Santuario del Saliente: Un Lugar de Devoción Nacional
Uno de los puntos más emblemáticos de Albox es el Santuario del Saliente, un lugar de gran importancia religiosa y cultural. La Virgen del Saliente, cariñosamente llamada "La Pequeñica", es una imagen venerada a nivel nacional. Los peregrinos acuden de todas partes para rendir homenaje a esta santa figura, y el santuario es un centro de espiritualidad y devoción. Dentro del Santuario del Saliente, se encuentra el "Pozo de los Deseos", un lugar donde los visitantes pueden hacer peticiones y esperar que se cumplan.
La gastronomía en Albox refleja la riqueza de la región. Los restaurantes locales ofrecen platos típicos como el gazpacho, migas y embutidos artesanales. Los aceites de oliva virgen extra de la zona son de renombre, y en su comercio local podrá encontrar todo aquello que busque.
Rodeado de numerosas pedanías donde la vida transcurre a otro ritmo, Albox es un lugar ideal para disfrutar de la naturaleza.
Alegría y devoción se dan la mano en la Semana Santa de Albox
Su Semana Santa es belleza y señorío en sus desfiles procesionales. El cariño que las mujeres y hombres de las hermandades derrochan en pro del mayor esplendor de su Semana Santa, han convertido su semana de Pasión, en una de las más importantes del norte de la provincia de Almería.
Con su historia rica, cultura vibrante, deliciosa gastronomía y belleza natural, Albox es un destino que no debe pasarse por alto en la provincia. Ya sea explorando su patrimonio histórico o simplemente relajándose en la tranquilidad de la naturaleza, Albox ofrece una experiencia inolvidable que enamorará a cualquiera que lo visite. Este pueblo representa una mezcla perfecta de tradición y modernidad que atraerá a viajeros de todas partes.
Arboleas

Un rincón de tradición y futuro sostenible en el Valle del Almanzora
El encanto de un pueblo en crecimiento que apuesta por la sostenibilidad y la preservación de su legado histórico
Arboleas, un pueblo escondido en la comarca del Valle del Almanzora, despliega su encanto entre la tradición arraigada y la visión futurista de un desarrollo sostenible. Con alrededor de 4500 habitantes, este municipio almeriense se erige como un crisol de identidades que se entrelazan a lo largo de sus diversos núcleos de población.
Con el río Almanzora serpenteando por su territorio, Arboleas se presenta como un lienzo donde convergen la naturaleza y la historia. Su municipio abarca una extensa variedad de localidades, desde la capital hasta rincones como Los Carrascos, El Chopo, Los Higuerales y Limaria. La diversidad geográfica y cultural se refleja en sus calles, plazas y paisajes, ofreciendo a visitantes y residentes una experiencia rica y multifacética.
Actualmente, la localidad busca trascender la categoría de destino turístico de fin de semana, aspirando a convertirse en un hogar para aquellos que buscan realizar sus proyectos de vida en un entorno acogedor, próspero y rural.
En línea con esta visión, Arboleas se proyecta hacia el futuro con una firme apuesta por el desarrollo sostenible. Con un patrimonio etnológico, histórico y arqueológico que abarca desde la cultura argárica hasta vestigios romanos y mozárabes, este pueblo de interior se posiciona como un bastión de la historia en constante diálogo con el presente y el futuro.
Los amantes de la cultura e historia no deben dejar escapar la visita obligada a la Iglesia Parroquial de Santiago. Un monumento gótico datado de mediados del siglo XIX. Es uno de los templos que utilizaron las columnas de hierro como elemento novedoso. Caminando por el municipio, los más curiosos se encontrarán con la Torre Vigía. Una joya arquitectónica del siglo XII que ejerció como torre de vigilancia. A pesar de que no es la única Torre Vigía del cauce del río Almanzora, esta obra emblemática se distingue en la forma octogonal de su planta.
El Museo Pedro Gilaber forma parte de la historia de Arboleas. Este espacio esta dedicado al artista almeriense Gilabert, natal del municipio. Un escultor reconocido como hijo predilecto de Arboleas. Entre sus obras cabe destacar las 142 esculturas talladas en madera de olivo.
Un rincón rural ideal para los deportistas y familias que requieran de tranquilidad y paz. Arboleas se ubica en el entorno del Cabezo de la Jara, la rambla de Nogalte y de la Sierra del Alto de Almagro, de ahí la riqueza en cuanto a fauna y flora. En su pasaje natural, cualquier senderista puede encontrar animales salvajes como las águilas perdiceras, halcones peregrinos y culebras de herradura.
Arboleas, con su mezcla única de tradición arraigada y visión de futuro sostenible, emerge como un destino en crecimiento que invita a todos a descubrir sus tesoros ocultos y a ser parte de su evolución hacia un mañana más consciente y respetuoso con su legado.
Bayarque

Tesoros Naturales y Tradiciones Arraigadas
La Cueva de la Paloma es uno de los lugares característicos del municipio
En el corazón de la provincia de Almería, se encuentra un pequeño rincón que esconde secretos naturales y arraigadas tradiciones: Bayarque. Este pintoresco pueblo de la provincia ofrece a los visitantes una experiencia única, combinando la belleza de su entorno natural con la riqueza de su historia y cultura.
Un lugar que no puedes dejar de visitar es la Cueva de la Paloma, una cavidad natural que linda con el desfiladero del río Bacares. En el pasado, esta cueva fue testigo de la extracción de minerales de cobre y hierro. Pero lo que la hace aún más fascinante es su leyenda: durante el ataque de D. Juan de Austria al castillo de Tíjola la Vieja en 1569, los moriscos locales se refugiaron en la cueva y escondieron tesoros en sus cavidades. Se dice que aún hoy en día, tanto jóvenes como mayores exploran las inmediaciones en busca de estos tesoros perdidos.
Para los amantes de la naturaleza, Bayarque ofrece el Monte el Coto o el Pinar. Este monumento natural está repleto de pinos carrascos y encinas, siendo uno de los últimos vestigios de la vegetación autóctona de la sierra. También, el Layón o la Rosariera, una zona montañosa que antiguamente servía como vivero para repoblaciones forestales y área recreativa.
Rincones con Historia
Bayarque cuenta con rincones históricos que te transportarán al pasado. La Antigua Casa del Marqués de Villena, ubicada en la calle Real, recuerda el tiempo en que Bayarque formaba parte del Señorío del Marqués de Villena. La Iglesia Parroquial de la Virgen del Rosario, que data del siglo XVI, se alza en una zona elevada, brindando una impresionante vista del pueblo a sus pies.
A las afueras del municipio, se encuentran las Antiguas Minas de Mercurio y la Mina San José, que fueron explotadas hasta principios de los años 70. El Lavadero Municipal es un vestigio del pasado industrial del pueblo. La Fábrica de la Luz, cuyos inicios se remontan alrededor de 1940, suministró energía eléctrica al pueblo, marcando un avance significativo en su historia.
A su vez, Bayarque es también famoso por sus fiestas y tradiciones arraigadas. Durante el primer fin de semana de agosto, se celebran las Fiestas de Verano. Antiguamente, estas fiestas tenían lugar en octubre, coincidiendo con la patrona, pero se cambiaron al verano para permitir que los emigrantes pudieran unirse a la celebración. Las Relaciones de Moros y Cristianos son el punto culminante de estas festividades.
Una tradición más reciente pero igualmente querida es el Baile del Farolillo, que se lleva a cabo cada lunes durante las fiestas de verano desde finales de los 90. Cada año, atrae a más adeptos y agrega un toque especial a la festividad.
En Bayarque, la historia y la naturaleza se fusionan para ofrecer a los visitantes una experiencia única. No importa si buscas tesoros escondidos en antiguas cuevas o deseas sumergirte en la riqueza cultural de sus festividades, este pueblo tiene algo para todos. No pierdas la oportunidad de explorar sus tesoros naturales.
Olula del Río

Olula del Río recibe cada año con la festividad de los Roscos y carretillas
El evento, que tiene lugar entre el 20 y el 23 de cada mes de enero fue declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía en el año 1998
La festividad de los patrones de Olula del Río, San Sebastián y San Ildefonso, atrae cada año a cientos de visitantes debido a su espectacular y singular celebración, que tiene lugar en las vísperas del 20 y 23 de enero. Es tal la dimensión de dicha fiesta que fue declarada de Interés Turístico Nacional de Andalucía en el año 1998. Así, al igual que en el resto de sus celebraciones y eventos, los habitantes de Olula del Río muestran al mundo una de sus costumbres más antiguas y seguidas por la población, motivo de orgullo, pero también una cita cargada de recuerdos para otros.
Y es que en el ADN de los habitantes de Olula, además de su hospitalidad y calidez se encuentra la festividad de Los Roscos y Carretillas. Así, cada año, los habitantes de Olula se dedican a recoger leña y a tapar sus fachadas ya que el 19 y el 22, durante la noche, se inicia la gran fiesta del fuego, donde vecinos, protegidos y tapados sus cuerpos, se dedican, en un recorrido principalmente por el casco antiguo de la localidad, a lanzar miles de carretillas creando un aspecto fantasmagórico de pólvora y fuego.
Previo a este acto se encienden lumbres en puntos estratégicos del recorrido, aunque actualmente cada barrio organiza sus propias hogueras. Una vez finalizada la tirada de carretillas, comienza la fiesta de la comida, ya que en las ascuas de las lumbres se asan morcillas, chorizos, chuletas, patatas y se bebe hasta casi de día, honorando a la localidad y a sus patrones.
El 20, día de San Sebastián, se conmemora con una procesión muy peculiar que comienza con la salida de los Santos de la Iglesia Vieja y, cediendo su puesto a San Ildefonso, ambos Santos son procesionados por las calles del pueblo donde se les arrojan roscos y roscones desde los balcones, ventanas y terrazas por donde pasan.
Dichos roscos solo se hacen para esta ocasión, siendo promesa o tradición el arrojárselos a los Santos. La multitud que acompaña a los Santos intenta coger los roscos en el aire y se los guardan en la cintura, donde han formado una especie de saco alrededor de su cuerpo. El día de San Ildefonso se celebra el mismo ritual. En vísperas, carretillas, y al día siguiente la procesión de los roscos. Sólo que esta vez es San Ildefonso el que, por cortesía, cede su puesto a San Sebastián.
Esta localidad, situada en el Valle del Almanzora se ha convertido en una de las más prósperas de toda la provincia y ha puesto en marcha numerosos planes con el objetivo de mejorar sus infraestructuras para, de esta forma, agilizar toda la actividad económica. Entre las últimas actuaciones destacan las realizadas en la Plaza de San Luis, para reforzar y dar una mayor visibilidad a la Iglesia de San Sebastián o la renovación de el Lavadero del Cañico.
En los próximos meses, será también una realidad el bulevar de la calle Cuesta Canela con las consiguientes mejoras de fluidez y seguridad del tráfico y la remodelación de los tramos de la Calle Obispo Ródenas, incluyendo la renovación de las redes de abastecimiento y saneamiento.
Entre los puntos de interés turístico destacan el Museo Ibáñez o la propia Iglesia de San Sebastián, toda una joya del neoclásico. Asimismo, la gastronomía, combinación de culturas y costumbres del Valle del Almanzora, es otro de los atractivos de la localidad, que, en los últimos años, ha experimentado un crecimiento exponencial en el número, pero también en la calidad de sus establecimientos hosteleros.
Oria

Un Viaje a la Riqueza Cultural y Natural de Oria
El municipio que une distintas comarcas como Los Vélez y el Altiplano Granadino
Oria, un encantador rincón en el norte de la región, se destaca como un nexo de unión entre diferentes comarcas, como Los Vélez y el Altiplano Granadino. Este llamativo municipio posee un marcado carácter rural y un profundo apego a sus tradiciones.
Oria es un tesoro de patrimonio histórico y cultural. En el corazón del municipio, la Basílica Menor de Nuestra Señora de las Mercedes, declarada Bien de Interés Cultural (BIC) en 1999, es un templo de referencia en la provincia. Otro punto destacado es El Mirador de “El Castillo”, ubicado en lo alto de los restos de una alcazaba del siglo XIII. Desde aquí, se pueden disfrutar de vistas espectaculares que se extienden hasta el mar. Este lugar también ha sido declarado BIC.
Además, Oria cuenta con numerosas ermitas y edificaciones históricas, como la Ermita Vieja, la Casa de la Tercia, El Pósito y varios molinos harineros, incluyendo el imponente "Molino del Marqués o del Cubo Alto". En las diferentes pedanías del municipio, también se pueden encontrar iglesias de gran relevancia, como la de San Bartolomé.
Una rica gastronomía
A medida que se acercan la Navidad, la gastronomía se convierte en una atracción imperdible. Los productos locales, como conservas, derivados de la almendra y la aceituna, son la base de muchas delicias culinarias. Los visitantes pueden embarcarse en una ruta gastronómica por el municipio, conocida como "Sabores de Oria". Entre las paradas obligatorias se encuentra la Confitería La Polaca de 1857 y el Secadero de Jamones "El Parrita".
Fábrica de Embutidos y Secadero de Jamones "El Parrita" se incluye en el "Catálogo de Jamones y Embutidos destacados de Almería". La Panadería Juan, establecida en 1924, ofrece exquisitas tortas de chicharrones y tortas de masa.
Para los amantes del vino, una visita a la Bodega García Gil es una oportunidad única. Esta bodega familiar permite aprender el proceso de elaboración del vino y realizar degustaciones de los caldos. Además, la Granja Holsanmargal S.L. se especializa en la producción de huevos de codorniz, camperos y ecológicos, con productos que cuentan con el Certificado de Bienestar Animal Welfair.
Oria también se enorgullece de su rica herencia de folclore y tradición. Las fiestas de Santa Lucía, San Antón y la Candelaria son momentos únicos en el calendario, al igual que la festividad de San Blas, donde los "Roscos de San Blas" toman protagonismo.En verano, el festival "Rincones de Música y Palabra" se ha convertido en una propuesta cultural destacada, promoviendo el patrimonio municipal.
Oria es un rincón mágico que combina lo mejor de la historia, la naturaleza y la tradición, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica y enriquecedora. No te pierdas la oportunidad de descubrir este municipio único en el Valle del Almanzora.
Purchena

Purchena quiere seguir forjando su historia
La historia de Purchena, pequeña localidad situada al pie de la sierra de los Filabres, en el valle del Almanzora, nos traslada varios siglos atrás. Fue la capital del río Almanzora durante el periodo de Al-Ándalus, fundada hacia el 900 d.C con el nombre de Hins Burxana.
Se conocen vestigios de la Edad del Cobre, excavados por el arqueólogo belga Luis Siret, y también de la época romana, de la que se encontraron algunas villas. Pero su verdadera importancia data del periodo andalusí, con tal renombre que fue visitado por el mismísimo Almanzor en el año 985 d.C.
Con la conquista cristiana, tras la toma de Baza en el 1489, Purchena, la capital del Almanzora, se entregaría con toda su comarca, pero su alcaide Ibrahim Abenidir decidió negarse a recibir los regalos de los Reyes Católicos y partir a África con su gente y criados. Tras la entrega, se concedió el poder al ducado de Medinaceli y a partir de 1501, Purchena y la comarca dependería directamente del rey y la reina.
Panorámica desde Santo. Archivo Biblioteca Pública.
Panorámica desde Santo. Archivo Biblioteca Pública.
Durante la Guerra de las Alpujarras, en 1569, Aben Humeya encabezó la rebelión morisca, convirtiendo a Purchena en su capital. Durante su estancia en Purchena convocó un evento histórico cultural y deportivo único que se ha convertido, siglos después, en una tradición única que perdura hasta nuestros días; una competición deportiva, musical y cultural en la que participaron moriscos del antiguo Reino de Granada, del norte de África e incluso tropas turcas: los Juegos Moriscos de Purchena. Declarados de Interés Turístico, tendrán su vigésimo segunda edición a finales de julio de 2024.
Juegos Moriscos-sostenimiento de ladrillo. Archivo municipal
Juegos Moriscos-sostenimiento de ladrillo. Archivo municipal
En la segunda mitad del siglo XIX ganó importancia la explotación de minas de hierro y mercurio, el cultivo de la llamada uva de barco y la construcción del ferrocarril en 1890. En este siglo se convirtió en sede judicial y cabeza de distrito, contando con un diputado en las cortes, entre los cuales se halló el famoso escritor Azorín.
A partir de la década de los 90 del siglo XX Purchena recupera parte de su antiguo papel de centro administrativo del Alto Almanzora como cabeza de Partido Judicial a lo que hay que añadir el hondo significado cultural que tiene que esta ciudad se convirtiera en 1993 en la sede de los Cursos de Verano de la Universidad Complutense y, desde 1997, de la Universidad de Almería.
Fachada biblioteca con grafiti gigante. Archivo Biblioteca Pública.
Fachada biblioteca con grafiti gigante. Archivo Biblioteca Pública.
Purchena es un pueblo que ha sabido conservar sus tradiciones. Destacan entre ellas San Marcos, Santa Lucía, la Quema del Muñeco o la Semana Santa, famosa en la comarca por sus excelentes imágenes, de tamaño natural, destacando algunas como la del Padre Jesús, réplica de la de Salzillo de Murcia.
El patrimonio de Purchena es de una gran riqueza, sobresaliendo del mismo la iglesia de San Ginés, declarada Monumento Histórico-Artístico por la Junta de Andalucía en 1983 y cuya construcción se inició en 1550 por el famoso arquitecto renacentista Juan de Orea.
Imponente también es su Alcazaba, una de las demostraciones de la importancia de Purchena en el periodo de Al-Ándalus. Su resto más importante es la Torre del Agua, que supone una magnífica obra de ingeniería hidráulica. Un lugar ideal para dejar volar la imaginación hacia el pasado esplendor de Purchena, un pueblo que ha sabido mantener sus tradiciones y que quiere seguir forjando su historia en los siglos venideros.
Serón

Serón y su apuesta por el turismo de naturaleza
El jamón serrano es un manjar exquisito y único de la localidad
Serón, ese encantador pueblo anidado en el corazón de nuestra provincia, es un lugar que rebosa de historia, cultura y belleza natural. Conocido por la calidad de sus productos cárnicos y agroalimentarios, también destaca por su entorno natural y paisajístico a través del cual el Ayuntamiento busca convertir el mismo, en una fuente necesaria para el desarrollo turístico del municipio.
Rodeado por la Sierra de los Filabres, Serón es un punto de partida para las rutas de senderismo y BTT. Pero también la flora y fauna con nuevas experiencias turísticas. La ruta de aromáticas para conocer las propiedades de las plantas que cubren la Sierra, el turismo activo de escalada o los poblados perdidos que fueron habitados en época de apogeo del poblado de Las Menas son algunos de los planes ideales para un fin de semana alejado de la ciudad. A su vez, ofrece un cielo propicio para la observación de estrellas y cuenta con un Planetario Observatorio único en la provincia.
Los entusiastas de la historia no se pueden ir sin dar una vuelta por la localidad. Sus calles estrechas y sinuosas presentan una estructura piramidal. Cualquiera que de un paseo por el municipio llegará a la parte más elevada coronada por su Castillo nazarí que data de la época musulmana. Un monumento emblemático que jugó un importante papel debido al carácter defensivo y de refugio en la sublevación de los moriscos.
El Centro de Historia es otro de los atractivos turísticos que se pueden visitar. Este centro alberga, mediante paneles explicativos, maquetas y medios audiovisuales, el papel que Serón ha jugado en las distintas épocas, desde la prehistoria hasta nuestros días. La visita por el municipio deberá culminar en su paso por la Iglesia de la Anunciación, declarada monumento histórico-Artístico nacional en 1983 y que data del siglo XVII.
Serón conserva gran parte del patrimonio industrial del siglo XX, como es el poblado minero de Las Menas. Desde el consistorio afirman que este poblado tuvo uno de los yacimientos ferrosos más importantes y productivos de la provincia durante más de medio siglo. “El poblado minero alberga edificaciones de gran calidad arquitectónica, algunas de ellas recuperadas como el Centro de interpretación de la minería o el antiguo hospital convertido en Camping”, explican.
Además, cualquier visitante que pase por el pueblo puede adquirir los productos locales en la tienda “Sabor Propio”, ubicada en la calle Gadir,3. Un comercio que contribuye a apoyar la economía local y de km 0.
Serón brilla como un faro de tradición y autenticidad en nuestra provincia. Desde su arquitectura histórica hasta su rica cultura y entorno natural impresionante, este pueblo nos recuerda la importancia de preservar nuestras raíces. Un viaje a Serón es un viaje al corazón de la región, donde la belleza se combina con la tradición para crear una experiencia verdaderamente única.
Tíjola

La perla del Almanzora
Tíjola es un municipio ubicado en la comarca del Alto Almanzora. Se sitúa a orillas del río, dominando todo su territorio, calificada como "La perla del Almanzora" por el ilustre poeta almeriense Álvarez de Sotomayor, es un núcleo urbano importante en la comarca por su interés comercial y presenta en su interior casas y calles que no desmerecen de dicho título, como tampoco la Iglesia Parroquial de Santa María y la Ermita de la Virgen del Socorro. Con una rica tradición cultural y religiosa que se manifiesta a través de dos festividades emblemáticas: la Fiesta de San Sebastián y la Festividad de la Virgen de Fátima.
La Fiesta de San Sebastián, que tiene lugar cada 20 de enero, marca el inicio del calendario festivo de la ciudad de Tíjola. Durante esta celebración, la multitud se une en un espíritu de devoción y alegría en honor a San Sebastián, el patrón del pueblo. Uno de los aspectos más destacados de esta festividad es la costumbre de arrojar roscos al Santo Patrón. Estos roscos, roscas, caramelos y engañifas, son lanzados al público, generando una animada competencia entre los asistentes por recogerlos. El pan una vez al año, se hace fiesta, jubilo y gozo. La festividad de San Sebastián combina elementos religiosos y culturales, creando un ambiente de unión y celebración.
Por otro lado, la Festividad de la Virgen de Fátima, que se celebra el domingo más próximo al 13 de mayo, es una manifestación artística y religiosa de singular belleza en Tíjola. El recorrido de la procesión abarca más de 1,5 km por el casco antiguo del municipio, donde las calles se engalanan con colgaduras, macetas, hierbas aromáticas y alfombras pintadas con serrín de colores vivos. Estas alfombras efímeras son una de las principales atracciones y se han ganado fama en toda la comarca. La festividad no solo incluye la procesión, sino también actividades como el concurso de fotografía "Colores de Fátima" y otras festividades y celebraciones que involucran a la comunidad. La Virgen de Fátima es un símbolo de convivencia entre vecinos, trabajo, esfuerzo y tradición popular, transmitida de generación en generación durante más de 70 años.
Ese día, Tíjola se llena de color y el ambiente se impregna de los olores a serrín, hierba cortada y pólvora. Los vecinos participan activamente en la preparación y celebración, repartiendo tareas, elaborando flores y adornos, y compartiendo comidas y bebidas típicas, como la cuerva. Combina elementos religiosos, culturales y artísticos, siendo considerada una manifestación de interés artístico y religioso. Desde el 17 de julio de 2023 ha sido declarada de Interés Turístico de Andalucía, ya que representa una tradición única y una oportunidad para compartir la cultura y la identidad de Tíjola con visitantes.
A los tijoleños le gustan las fiestas, le entusiasman las guirnaldas de banderines colgadas sobre la avenida principal, y se emocionan cuando cuelgan las luces que indican las próximas fiestas, la gente participa en los eventos deportivos, desde las categorías infantiles hasta los ancianos. Pero también tenemos fama de ser un pueblo acogedor, humilde y alegre. En donde todos tienen cabida y todo el mundo es bien recibido.
Zurgena

Zurgena inicia la cuenta atrás para ser un referente almeriense y andaluz
La localidad ha puesto en marcha numerosos planes de mejora que han sido alabados por los vecinos, pero también por los visitantes e instituciones públicas
Zurgena se ha convertido en un municipio referente en la provincia de Almería en pocos meses y es que la activación y realización de obras y proyectos para la mejora de la localidad, ha puesto a esta localidad del Valle del Almanzora en el punto de mira de vecinos y visitantes.
Destacan entre estas mejoras, por ejemplo, las obras del Cerro del Reloj, una actuación histórica que pondrá en funcionamiento uno de los relojes más antiguos de Almería, data del siglo XIX. Esta obra incluye, además, la iluminación especial del cerro. Asimismo, sumadas a la adecuación de los caminos rurales, se están llevando a cabo también obras como la del Molino del Siglo XIV, que convertirá Zurgena en un referente a nivel andaluz.
La localidad ha hecho también historia a través del Convenio de Cesión Recíproca para el mantenimiento de carreteras con la Junta de Andalucía y abraza a sus raíces a través de programas como exposiciones históricas o ‘Zurgena de Cine’.
Cabe reseñar, además, la reforma estructural a nivel cultural, turístico y social de Zurgena, un movimiento que no para con proyectos vinculados también al pasado ferroviario del municipio, pero también con especial atención al arte, por medio del embellecimiento del Cnetro de Interpretación Ginés Parra. Todo ello sin olvidar la inclusión de los extranjeros que residen en la zona, siendo el municipio el encargado de ofréceles a todos ellos un servicio de traducción gratuita, especialmente en Centros de Salud y hospitales.
Alcóntar
A 900 metros sobre el nivel del mar, Alcóntar es un lugar privilegiado que destaca por su naturaleza y sus tradiciones, como la procesión de las ruedas por la noche, que aspira a ser de Interés Turístico, o la de ‘matar a Judas’. Un lugar maravilloso para visitar, pasear por sus calles, ríos y senderos, sin olvidar probar los jamones y embutidos de Hijate.
Armuña de Almanzora
Ubicado junto al río Almanzora, Armuña de Almanzora es un pequeño pueblo que combina historia, naturaleza y tradición. El Mirador de Armuña ofrece bonitas vistas del valle. Además, sus festividades, como las fiestas de San Antón y la Virgen del Rosario, aportan un toque especial a este tranquilo lugar.
Bacares
Bacares, un rincón único a los pies de la Tetica y junto al Calar Alto, encanta con su Iglesia Santa María y la imagen del Santísimo Cristo del Bosque. Paseando por sus calles, La Casona y el Castillo de Bacares te transportan a tiempos pasados. Así como el Mirador José Vizco ofrece una perspectiva única. Bacares, un viaje en el tiempo sin igual.
Cantoria
Cantoria guarda el esplendor del que un día gozó en el Valle del Almanzora. Conocida, históricamente, por sus atributos económicos, naturales y sociales, la localidad se convirtió en la joya de la corona del Valle del Almanzora, una piedra preciosa de la que aún quedan vestigios de brillo.
Destaca su iglesia parroquial del Siglo XIX y el Palacio de los Marqueses de Almanzora, también conocido por el Palacio del Almanzora. También cabe destacar la Ermita de San Cayetano y san Antón. Asimismo, desde hace unos años el consistorio ha puesto en marcha numerosas actividades culturales y deportivas que dotan de vida a la localidad.
Chercos
Chercos, anidado en el corazón de la Sierra de los Filabres, se erige como un testamento viviente de la fusión entre la historia ancestral y la majestuosidad natural. Descubre sus emblemáticos monumentos que cuentan historias, desde la Piedra Labrá hasta el yacimiento arqueológico “El Cerrillo”. Un viaje al pasado que te dejará sin palabras.
Cóbdar
A la sombra del peñón de mármol blanco conocido como "La Piedra", Cóbdar se erige como un tesoro entre casas blancas y calles estrechas. Rodeado de bancales de origen volcánico, este rincón guarda restos de minas de hierro y fundiciones del siglo XVIII. Cóbdar, un lugar con belleza e historia excepcional.
Fines
Fines celebró el pasado 2 de agosto su procesión en honor San Esteban, el patrón de esta localidad, situada en el Valle del Almanzora. A los actos de las festividades se unió un nombramiento muy especial, la proclamación del patrono como alcalde perpetuo de la localidad.
Entre los puntos de interés turístico del municipio, localizado en el corazón del Almanzora, se encuentran la Vía Verde y la Escultura de La Libertad, situada a la entrada del municipio.
Laroya
Situada en un enclave único rebosante de paz, tranquilidad y belleza natural, Laroya lleva años ganando el pulso a la despoblación. Pese a ser una localidad de alrededor de 200 habitantes, la hospitalidad de sus vecinos ha atraído a otros muchos que comparten espacio, vida y paisaje.
Así, a finales de este mes de noviembre está prevista la finalización de las obras de cuatro Viviendas de Protección Oficial, una iniciativa que ha llevado a muchos almerienses a plantearse la posibilidad de levantarse cada día frente a la Sierra de Los Filabres.
Líjar
En el corazón de la Sierra de los Filabres, Líjar se erige como un enclave único en Almería. Su historia es tan sorprendente como su paisaje, con la Atalaya de Líjar y la Iglesia de Santa María como testigos silenciosos. Pero la joya en la corona es el curioso episodio en 1883 cuando, tras abuchear al rey Alfonso XII en Francia, Líjar declaró la guerra a la nación vecina. Cien años después, el Tratado de Paz puso fin a esa insólita guerra.
Lúcar
Lúcar es un pueblo almeriense que esconde tesoros impredecibles. La Balsa de Cela, un paraíso termal con propiedades medicinales, y la imponente Peña Lobera, testigo de la historia y la biodiversidad, son solo el inicio de las maravillas que Lúcar tiene para ofrecer. Un paisaje espectacular con encantadores miradores que enamoran a cualquiera.
Macael
Macael se envuelve cada año en pleno silo XX para recrear uno de los momentos económicos y sociales más importantes de su historia. La impronta de Canteros y Caciques ha quedado grabada en el municipio, pero también en aquellas localidades pertenecientes al Valle del Almanzora que lo rodean.
Muestra de ello son sus calles y aceras, pero también parte de su patrimonio como el Mortero más grande del mundo. Destaca de esta fiesta también la réplica de las canteras que, cada año, se establece en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario la propia recreación situada en el Bulevar-Paseo de las Esculturas y terrenos cercanos, con una extensión de más de 6.000 metros cuadrados accesibles y que cuenta con zonas a la sombra para descansar.
Partaloa
Partaloa, joya del Valle del Almanzora, sorprende con su geografía única: enormes rocas, los "desplomes", rodean el pueblo. Desde el mirador, se aprecia este fenómeno, junto con otros tesoros, como los impresionantes "Estrechos del Ciscarico," una ruta entre gigantes de piedra.
Sierro
Sierro, un pueblo en la Sierra de los Filabres, mantiene su esencia árabe en su estructura urbana y se asemeja a la Alpujarra. En el Alto Almanzora, su población se dedica al cultivo de almendras y aceitunas. No te pierdas la emocionante fiesta de moros y cristianos que resucita la historia en esta joya almeriense.
Somontín
Situado majestuosamente en la Sierra de las Estancias, Somontín se erige como el "Balcón del Almanzora", ofreciendo vistas impresionantes del Valle del Almanzora. Sus calles empinadas y casas blancas destacan en la quietud de este pueblo pintoresco, donde la Iglesia de Santa María y su torre única sobresalen.
Suflí
Suflí, un lugar ideal para los amantes de la cultura y gastronomía. Desde la restaurada almazara del siglo pasado hasta la Ermita de San Roque, descubre la belleza de su patrimonio. El Centro de Interpretación del Yeso y la frita en Mesón los Álamos son paradas obligatorias para los visitantes del lugar.
Taberno
Ubicado al norte de Almería, Taberno se presenta como un tesoro cultural y gastronómico. Con sus calles encaladas, la Iglesia de San José y la ermita del Calvario, el pueblo rezuma tradición. El Museo del Campo muestra las costumbres agroganaderas, mientras las rutas de senderismo consolidan a Taberno como el corazón cultural de Almería.
Urrácal
Mientras otras localidades del Valle del Almanzora celebran las tradicionales meriendas, esta localidad se une para ‘vengarse’ de Judas.
A pesar de que se desconoce cuál es su origen, el Judas de Urrácal es una de las tradiciones que mantienen vivo el espíritu cálido y hospitalario que caracteriza a su población. Mientras las localidades cercanas del Valle del Almanzora celebran las meriendas, el Domingo de Resurrección los urraqueños hacen arder al judas en la plaza del pueblo. El muñeco, hecho de madera, se sitúa en el tronco de un árbol que se quema, ante la atenta mirada de los ‘juderos’ y visitantes.
Desde el municipio, siguen manteniendo viva esta tradición, aunque de forma más moderna e inclusiva con la incorporación de las mujeres y de maquinaria y herramientas para talar, cortar y transportar el tronco. La pólvora se ha convertido, además, en un elemento esencial que engrandece la fiesta por su sonido y olor.
Los urraqueños que participan en la fiesta pasan el día buscando reviejos, ramas de pino y el árbol más perfecto, que se traslada hasta el centro de la localidad cogido entre los participantes para no romper la copa y revestir todo el tronco. Tras esto se cuelga a Judas hecho de madera, pólvora y ropa vieja. Al finalizar la misa del Sábado de Gloria el Judas se cuelga del tronco ante los vítores y aplausos de los vecinos. Durante la noche, mientras el pueblo duerme, los juderos cenan alrededor de la hoguera. Al amanecer, la plaza se convierte en un espacio único y diferente preparado para su día de fiesta y se quema al Judas después de la celebración de la Eucaristía ante la sorpresiva mirada de todos los vecinos, vecinas y turistas que se han acercado para ver esta tradición.
CONTENIDO ELABORADO GRACIAS A LA COLABORACIÓN DE