Kontiki

Nombre: Damián González Santos
Edad: 36
Procedencia: Ayamonte, Huelva

Qué ingrediente no puede faltar en su cocina Mantequilla

Producto de Almería que le gusta Pimiento Sweet

Comida favorita del mundo Bacalao a bras o arroz con habas y alchofas

Simplicidad, frescura y arena en los pies

Damián González tiene algo en la mirada que delata que viene del sur. “Yo nací en Ayamonte, Huelva. En mi casa siempre se cocinó con alegría y con fundamento”. Su abuela dice que lo recuerda caminando antes hacia el puchero que a los brazos. Su madre, que trabajaba en una conservera, le enseñó a amar el producto. Y su padre, que se dedicaba al catering de eventos, le enseñó a valorar la hostelería.“Ahí fue cuando el gusanillo me mordió de verdad”, reconoce. Los amigos y la belleza del mar acabaron por arrastrarlo hasta Kontiki, un restaurante que pisa la arena y sirve el Mediterráneo en el plato.

Él es el Chef Ejecutivo de I+D de los restaurantes Kontiki y Arcilla en Mojácar. La propuesta de Kontiki no engaña. Es un sitio de playa, con solera y con alma de chiringuito, pero cocina de restaurante. “Aquí la gente quiere producto. Gamba de la zona, calamar bien hecho, pescado al punto. No se vienen a descubrir esferificaciones”. En palabras de Damián, la cocina de Kontiki es “muy portuaria, fresca, sencilla pero noble”. Él lo define como una cocina sin florituras pero con intención. “Aquí vienes y sabes a lo que vienes. Y eso lo agradece mucho la clientela”.

Uno de los platos nuevos que podrán disfrutar los clientes es el cangrejo de concha blanda frito con chips y mayonesa nikkē-peruana. El secreto está en el producto: un cangrejo potente, sabroso, que se fríe en su punto para mantener el interior jugoso. Acompañado de patata agria crujiente y mayonesas especiadas que hacen de hilo conductor. “Es un plato canalla que gusta, porque es directo y está bueno de verdad”.

Damián dice que lo que más le emociona es asomarse desde cocina y ver cómo alguien cierra los ojos mientras mastica. “Ahí sé que estamos haciendo bien las cosas. Que el esfuerzo vale la pena”. Porque en Kontiki, con los pies en la arena y el mar al fondo, todo sabe más a verano, más a sur, más a verdad.