El Aguilón

La fusión de un pub irlandés con la cocina mediterránea

"Mi madre siempre me dice que desde que tenía dos o tres años quería estar a su lado cocinando”, comienza contándonos Daniel Martínez Peralta, quién se encuentra al frente de la cocina del Aguilón, un local singular en San Juan de los Terreros que es una mezcla de pub irlandés, bar mediterráneo y espacio para conciertos. Daniel dudaba entre estudiar magisterio o dedicarse a los fogones y, al final, pudo más la pasión.

La cocina del Aguilón es casera y con mucha materia prima local. "No tenemos una cocina sofisticada. Pero todo lo hacemos aquí, nosotros, y con producto fresco". El estilo es una mezcla entre lo que ofrece la costa almeriense y algunos guiños internacionales. "Somos un pub irlandés, pero estamos en la playa, así que tenemos Angus y cerveza de importación, pero también verdura de la zona y pescado del día".

Uno de sus platos más celebrados es la hamburguesa de carrillera de Angus. Se realiza con pan brioche de patata, carne madurada, doble cheddar, salsa cajún y cecina del mismo animal para dar un toque ahumado. "Pero lo mejor es la carrillera, que guisamos como si fuera un estofado". El acompañamiento también marca la diferencia: patata natural frita con boniato. "No hay una igual en la zona, te lo digo de verdad".

Otro plato que define la cocina de Daniel es el tataki de atún rojo. Utilizan saku de calidad, lo marcan y lo acompañan con un wok de verduras de temporada salteadas y un toque de soja. "Le metemos pimiento, calabacín, berenjena. Todo de aquí. Porque si tenemos esto, ¿cómo no lo vamos a usar?". La mezcla de lo oriental con lo local, sin imposturas, funciona muy bien y los clientes repiten.

"Lo que quiero es que la gente no se olvide de que comió aquí. Que diga: 'Dios, me acuerdo de aquel ceviche o aquella hamburguesa que me comí en El Aguilón”'. Para él, la cocina del Aguilón no es sólo él. "Somos un equipo. Cocina y sala, todo va junto. El trato, la música en directo, la comida. Esto es el pack completo. Y cuando alguien vuelve un año después y pide el mismo plato, porque lo recuerda, eso lo es todo".