RESTAURANTE LA VILLA DE AGUA AMARGA
Un lugar de ensueño para la gastronomía almeriense

Vistas panorámicas de La Villa de Agua Amarga.
Vistas panorámicas de La Villa de Agua Amarga.
El restaurante almeriense amplia la novedad con sus platos estrella formado por un grupo de jóvenes cocineros
Almería, una ciudad que se caracteriza por lugares de ensueño gracias a su comida en todo su esplendor junto a sus paisajes característicos como es el restaurante de La Villa de Agua Amarga. Una antigua casa de más de 50 años instalada en la costa que supone una de las propuestas más brillantes para comer en este año. El restaurante se encuentra rodeado de una piscina y una decoración que deja entrever muchos entresijos por descubrir mientras pruebas sus exquisitos platos a 50 metros de la playa. Es uno de los escondites preferidos por muchas personas entre los que destaca la escritora Estefanía Ruíz que confiesa ser una de sus apuestas preferidas para comer.
La gastronomía de Martin Soler, el propietario de La Villa es arte y una riqueza culinaria impresionante formado por un equipo joven formado por chef Curro Leal y Emilio Carmona, que apuestan por emprender, crecer e innovar manteniendo un trato cariñoso y cercano al cliente. En su carta podemos encontrar su plato fuerte que es el uso de la brasa basada en la huerta almeriense con distintas verduras y el pescado, apoyando siempre al sector hortícola y pesquero de la provincia según afirma Martin Soler. Uno de los platos más resaltantes y llamativos de La Villa es el salmonete grande de roca, hecho a la brasa y el pez espada o el emperador, muy típico en la zona de Carboneras y la costa almeriense.
La cocina rebosa de variedades y aromas que se transportan a un mundo de fantasía con otro de sus platos más característicos: la cebolleta a la brasa de cosecha temprana con un toque más dulce, quemadas completamente por fuera consiguiendo así una coacción por dentro con crema de anchoa. Siguiendo la tradición de verduras, también destaca la berenjena a la brasa limpiada añadiéndole moho de remolacha y vinagreta de modena.
Y si hablamos de los postres que pueden acompañar a esta semana santa, la innovación y el cambio se encuentra en sus inspiraciones destacando la máxima referencia para los clientes de la zona: la torrija tradicional con un pan brioche más jugoso junto a la leche de coco, vainilla, canela, cascaras de limón, naranja para después sumergirlo y de ahí, se empapan con un sabor inigualable para el paladar del almeriense.