La sugerencia del chef

Manolo Bautista es una de las caras más conocidas de la cocina almeriense, dueño de Casa Sevilla consolidándose como uno de los lugares más emblemáticos, humildes y tradicionales de la provincia. Este año, Casa Sevilla está de celebración tras cumplir 65 años en el fogón. En concreto, el restaurante lleva desde 1958 abierto gracias al padre quien pasó 33 años metido en los fogones para después sustituirle el hijo, Manolo Bautista con más de 32 años de experiencia en el sector, siendo así su cocina como el amante que ha ocupado su corazón en estos años.

El ser cocinero no es algo que se diga solamente de boca, sino que se nace y así Manolo Bautista lo explica: “la gastronomía es el corazón de mi negocio, sin una buena cocina y buenos cocineros no hay un buen plato, es de ahí donde sale todo. Nosotros tenemos muy buena atención al cliente y eso es lo importante; la armonía en la cocina y en la comida”. Tal es así, que el chef y su equipo miran si sus clientes tienen alguna intolerancia a algún alimento adaptándose a las necesidades de cada uno haciendo cualquier cambio en sus comidas.

La base principal de sus ingredientes se basa en la verdura de la propia huerta, pero si hay un plato estrella que le hace sonreír a él y a sus clientes son las berenjenas fritas, las cuales, nunca ha quitado de la carta del restaurante. Un plato que le hace palpitar el corazón porque le recuerda a su madre, quedando parecido o igual de “crujientes” como las solía hacer ella según él.

Cabe destacar también de Casa Sevilla los pescados de la zona como son los boquerones al limón, las gambas de garrucha que no pueden faltar en su carta, las gallinetas, la lonja de Almería y como carnes, la vaca o buey. El restaurante a su vez confiesa que se muestra devoto a la agricultura de Almería con su fidelidad en las verduras y hortalizas de la provincia. Casa Sevilla es de esos restaurantes que aúnan humildad, profesionalidad y el mejor trato al cliente, buscando siempre la mejor relación con el cliente.